martes, 11 de marzo de 2014

Asma y embarazo






¿Eres asmática y estás embarazada? ¿O estás planeando un embarazo? Un ataque de asma durante estos nueve meses es más que molesto o inconveniente. Resulta perjudicial para ti como mamá y es peligroso para tu bebé que necesita todo el oxígeno que solamente tú puedes brindarle para desarrollarse saludablemente.  Tu tratamiento para el control del asma es más importante ahora que nunca bajo la estrecha supervisión de tu obstetra, del alergista y/o del pulmonólogo. No lo abandones para que tu embarazo llegue a término sin complicaciones.
La respiración sibilante (con silbidos) y entrecortada, presión en el pecho, tos, falta de aire…esos son los síntomas que experimentan los que sufren un ataque de asma, una enfermedad crónica que se caracteriza por la inflamación de las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración.  Solamente en los Estados Unidos afecta a unos 22 millones de personas, y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cerca de 300 millones de personas la padecen en todo el mundo. Se calcula que una de cada 100 mujeres padece de asma durante el embarazo y muchas más sufren de alergias en esos meses. ¿Estás tú entre ellas? Si estás embarazada, seguramente te preocupará cómo puede afectarle esta condición a tu bebé y si debes evitar los medicamentos para el control del asma. ¡No lo hagas!
Si antes del embarazo tomabas medicamentos para el control del asma, consulta con tu obstetra y con tu internista, alergista o el especialista del pulmón que te siguen, para determinar cuál tratamiento resulta seguro durante tu embarazo.

Mas información:

https://www.aaaai.org/global/spanish-materials/Library/At-a-Glance/Asthma-Allergies-and-Pregnancy-Tips-to-Remember.aspx

Asma Bronquial

 
 
 
El asma bronquial (AB) es una de las enfermedades más comunes que complican al embarazo. Se estima que 1% a 4% de embarazos son afectados por AB, pero puede ser más elevada ya que el 10% o más de la población general padece de hiperreactividad bronquial no especifica. Si no es tratado, el asma puede llevar a complicaciones serias para la madre y el feto. Si es manejado apropiadamente, la madre y el bebé no deben tener resultados significativamente diferentes de los embarazos de madres no asmáticas.
Muchas mujeres son renuentes a la toma, y algunos médicos para prescribir, medicamentos durante el embarazo, esto proporciona una oportunidad de poner énfasis en medidas preventivas, incluyendo la cesación del tabaquismo y evitar los factores ambientales que lo desencadenan; sin embargo, las medicaciones serán necesarias en muchos casos.
Se recomienda que el médico prescriba agentes cuyos estudios a largo plazo no han demostrado efectos teratogénicos u otros efectos adversos materno-fetales. Prescribir cualquier medicación durante el embarazo trae consigo una evaluación de que los beneficios esperados pesan más que los riesgos de los efectos adversos. Al dar cualquier tratamiento durante el embarazo, uno debe obtener consentimiento informado adecuado, incluso una explicación sobre las consecuencias del fracaso de la terapia prescripta sobre la vida de la madre, el feto, o ambos.
 
Diagnóstico
Entre el 50 al 70% de las mujeres embarazadas experimentan disnea, normalmente durante su primer o segundo trimestre, que no pueden ser explicados a través del crecimiento fetal. Es fundamental diferenciar asma de otras causas de disnea, como cambios respiratorios inducidos hormonalmente. En la disnea de fisiológica del embarazo no hay cambios significativos en la capacidad vital forzada (FVC) o en el volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1). Estos valores se encuentran reducidos si el asma es la causa de los síntomas respiratorios.
La mejor medición de función pulmonar para evaluar el AB es el FEV1. Si es disponible, la espirometría basal pre-concepcional es útil para el mejor control del mismo. Pruebas de función pulmonares deben realizarse en cada visita durante el embarazo para evaluar severidad y control del asma. En casos moderados o severos, deben realizarse mediciones de pico-flujo (peak flow) en el hogar, e informar rápidamente al médico cualquier fluctuación significativa. Los síntomas de asma pueden ser insidiosos y producen una alteración suficiente de la función pulmonar como alterar la oxigenación fetal.
Otras causas de disnea gestacional incluyen anemia, infecciones respiratorias (bronquitis o neumonía), enfermedades cardíacas, disnea fisiológica del embarazo, y la embolia pulmonar.
 
Principios para el manejo del asma durante el embarazo
La meta principal para el manejo del AB en el embarazo es obtener un bebé saludable; otras metas son similares a aquellas pacientes no gestantes con asma: lograr función pulmonar normal, o cerca de lo normal, con mínimos o ningún efecto adverso de la terapia; controlar los síntomas sin el despertar nocturno; mantener actividades normales sin perder horas de escuela o trabajo; participar activamente en ejercicios; y evitar exacerbaciones agudas y la necesidad de visitas a servicios de emergencia u hospitalizaciones. El sub-tratamiento es el error más común cuando se tratan embarazadas asmáticas. Se debe anular los factores gatilladores del asma, y es de gran importancia un tratamiento médico agresivo, no sólo para los síntomas agudos, sino también para la prevención de las crisis.

El Asma en el embarazo.

Síntomas y tratamientos del Asma en el embarazo

Asma en el embarazo Asma en el embarazo
Como casi todas las enfermedades crónicas médicamente controlables, el asma no tiene por qué presentar complicaciones de gravedad si está siendo tratada. Esto, aunque parezca bastante lógico, debe tomarse con mucha seriedad cuando hablamos de un caso de asma en el embarazo, ya que no sólo se ve implicada la salud de la madre, sino que de ella dependerá también el bienestar del futuro bebé.
Una mujer que sufre de asma en el embarazo y no se controla ni se trata podría perjudicar seriamente el desarrollo del feto. Incluso puede potenciar hacia su propia salud los efectos nocivos de la enfermedad, arriesgando de igual forma su supervivencia y, en consecuencia, la de su hijo. Recordemos que el feto y la madre, durante el embarazo, funcionan como una sola persona.

Sínstomas y consecuencias del asma en el embarazo

El asma es una enfermedad del sistema respiratorio cuya característica más notoria es la inflamación de los bronquiolos pulmonares, generando en quien la padece sensación de sofoco o ahogo, pues se limita el ingreso de aire a sus pulmones. Como puede inferirse ante estas consecuencias y síntomas, el asma en el embarazo puede llegar a ser mucho más que una molestia.
El proceso por el cual esta enfermedad afecta al feto es muy sencillo de interpretar: la madre que sufre un ataque de asma en el embarazo tiene como consecuencia una disminución del caudal de oxígeno que ingresa y circula por su cuerpo, y por lo tanto el bebé en su vientre no recibirá las dosis adecuadas de este elemento para su correcto desarrollo.
Algunas de las consecuencias en concreto que el asma puede generar en el feto son nacimiento prematuro, desnutrición o bajo peso, y en casos extremos la muerte. La madre puede llegar a sufrir hemorragias uterinas, problemas de presión arterial, parto prematuro y, a consecuencia de la acumulación de complicaciones, también puede morir.